domingo, 28 de septiembre de 2008

FENG SHUI EN LA ENTRADA

La entrada debe estar siempre limpia, bien iluminada y debe ser amplia pero no en exceso. Si hay escalones deben ser lisos, sin hoyos o desconchados, que no rechinen ni se muevan y suficientemente grandes para asentar el pie. Se trata de brindar estabilidad, comodidad y seguridad desde la llegada al lugar. Las puertas con un arco encima distribuyen mejor la energía.

Si en el interior su entrada principal está flanqueada a los dos lados por paredes, puede colocar dos espejos, uno frente a otro. Esto permitirá que quienes pasen entre los dos se carguen de energía.
Las figuras protectoras chinas en forma de león deben ponerse con la cara hacia la entrada. Los tigres con la mirada hacia adentro. Los ángeles protegen y limpian el ambiente hasta cinco metros a la redonda.
Los cristales colgados o en una base sobre un mueble producen el mismo efecto.
Espejos y plantas al entrar armonizarán el “chi”. Para asegurar la llegada de buena energía coloque cerca de la entrada un móvil que suene y un cristal. Se recomienda que sea el más grande de los que van a colocarse, pues tiene como misión equilibrar el flujo hacia toda el área.

Si para llegar a la entrada debe atravesar un estacionamiento cerrado, coloque plantas y una brillante iluminación.
La puerta de entrada no debe estar alineada en forma recta con una puerta trasera o gran ventanal, pues por ahí se van la energía y la prosperidad. Coloque una barrera (plantas colgantes, cortinas, cristales, libreros) para que no haya esta fuga directa.
Los cactus o plantas espinosas son ideales para rechazar algo nocivo del exterior, pero no los ponga tan cerca de la puerta que intimiden a las personas que llegan al rozarlas. Lo mismo se aplica a rosales y demás.
Los anuladores de energía nociva (de cobre, en variadas formas de espiral o combinadas) sirven para alejar energías inconvenientes, por ejemplo si existen transformadores de electricidad o flujos de aguas negras afuera de la casa.

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